San Bernadino, Calif. – El Socio director, Samer Habbas de las Oficinas Legales de Samer Habbas y Asociados, obtiene un acuerdo global de $405,000 de un accidente automovilístico quen involucró a un motorist subasegurado. El reclamante chocó con un conductor que no cedió al tráfico que venía, causando que que chocaran contra la puerta trasera del pasajero.
El demandante fue transportado en ambulancia desde el lugar del accidente hasta el hospital más cercano. Como resultado de la colisión, la demandante sufrió lesiones en el hombre derecho y la columna cervical. El examen de su columna lumbar expuso una hernia de disco lumbar y una estenosis cervical grave, su diagnóstico la convierte en una candidata calificada para cirugía de columna cervical. El demandante no sufrió ninguna cirugía recomendada a lo largo del proceso de reclamaciones, con sólo $30,000 en fracturas médicas.
Habbas licitó con éxito los limites de la política de terceros de $30,000. Sin embargo, los “especiales médicos,” también conocidos como gastos médicos (la cifra básica que utiliza un ajustador de seguros para estimar cuánto pagar a la parte lesionada por dolor, surfrimiento y otras pérdidas no monetarias), no son indicativos de la cantidad de daños generales.
Antes del accidente, el demandant no tenía lesiones previas y relevantes. En cuanto a los factores de responsabilidad, el acusdado viajaba a una velocidad insegura por el estado de la carretera, lo que los hizo colisonar con el reclamante. Como resultado, el reclamante inevitablemente necistará cirugía cervical, que fácilmente exederá los límites de la política licitada.
Para recuperar el resto de daños adeudados a nuestro cliente, Habbas present ó una demanda bajo la cobertura de motorista subasegurado (UIM) del reclamante. En un intento de devaluar la magnitud de las lesiones que nuestro cliente sufrió en el accidente, la compañia de seguros retuvo los servicios de un experto médico notorio que ha repetidadamente al tono de la chequera de la compañias lavada fuera de lesiones del reclamante. El médico profesional contratado opinaba como de costumbre que las lesiones no eran más que tejido blando y sólo requirió 4-6 semanas de tratamientos conservadores. Sin embargo, había pruebas claras de que el experto del acusado estaba sesgado en sus opiniones. Habbas respondió que el débil argumento del experto médico podría ser rápidamente desacreditado por la demenstración de dichas pruebas y ver fácilmente a través de los esfuerzos de lavado del experto.
La compañía de seguros aún no había hecho ninguna oferta para resolver la reclamanación. No había ninguna razón para que el demandado no hubiera hecho una oferta en este momento. Al ser que se habían notificado las respuestas del descubrimiento, se habían tomado declaraciones, y el experto médico del demandado había examinado detenidamente al demandante. Habbas tenía toda la intención de llevar este asunto al arbitraje. El transportista sabía que tenía una mano perdida y se conformó con $375,000 bajo la política de UIM en la mediación, para una liquidación total combinada de $405,000.
